El amor no decepciona
EL AMOR NO DECEPCIONA, son las EXPECTATIVAS que hacemos de las personas, que cuando NO SE CUMPLEN, como nosotros QUEREMOS, pensamos que es el amor el que falló. El amor incondicional se dá libremente y sin reservas.
Una de las situaciones que más generan emociones adversas y situaciones de tristeza, depresión, ansiedad, baja autoestima es la comúnmente llamada "decepción amorosa". Regularmente llegan personas a consulta por esta situación, siendo que el fondo del tema es muy diferente a una cuestión del "corazón".
Solemos confundir "amor" con estar apegados a una persona. Los apegos y confusiones son tan fuertes que pensamos que nos pertenecen "nuestros" padres, los hijos, la pareja, el perico y hasta el perro.
Cuando sucede una separación o bien terminamos una relación, es un proceso doloroso y eso hay que asimilarlo. El dolor es para las partes involucradas, incluso para la parte "culpable" de la película, pues también tiene facturas que pagar en esa implicación.
Sin embargo, cuando esto sucede hay que parar por un momento y reflexionar cuanto de lo que pensamos y sentimos es por "amor" y cuanto por apego y confusión.
Estos casos de "decepciones amorosas" son muy comunes, pues así lo tenemos grabado en nuestro chip (el amor duele, es tu cruz, entre otras grabaciones) y cuando la persona se enfrenta con ellas, en la mayoría de las veces mejor eligen mantener una relación disfuncional para no tener que tomar valor para aprovechar esa oportunidad y evolucionar.
Hay que tener verdadero valor para tomar la decisión de reconectarnos con nuestro interior, con la fuente de amor incondicional, dado que por lo general el miedo a perder el "statu quo" es más grande y preferimos mantenernos en nuestra "zona de confort", aunque esta sea realmente una "zona de disconfort". Es un verdadero reto y un logro hacia la evolución de su ser cuando la persona decide avanzar en su desarrollo personal.
Te invito a tomar la decisión y dar el paso hacia adelante. Citas para consultas y terapias al 9992 33 81 68. Psic. Victor Rivero.