El Aikido como práctica integral
La escencia del Aikido quedaron plasmadas en las enseñanzas de O´Sensei (Gran Maestro) Morihei Ueshiba, quien a sus más de 80 años aun practicaba Aikido, mente, cuerpo y espíritu. Esto y mucho de la filosofía y fundamento del Aikido lo hacen para mí una práctica muy completa.
Les comparto unos datos sobre el Aikido. Saludos, Psic. Victor Rivero, cinta negra primer dan de Aikido.
El Aikidō en japonés: 合気道、合氣道 (“el camino de la energía y la armonía”), es un gendai budō o arte marcial tradicional moderno del Japón. Fue desarrollado inicialmente por el maestro Morihei Ueshiba (1883-1969), aproximadamente entre los años de 1930 y 1960.
La característica fundamental del aikidō es la búsqueda de la neutralización del contrario en situaciones de conflicto, dando lugar a la derrota del adversario sin dañarlo, en lugar de destruirlo o humillarlo.
El aikido al estar bajo la influencia del sintoísmo, y en menor medida por el budismo zen, busca formar a sus practicantes como promotores de la paz.
EL DESPERTAR ESPIRITUAL El verdadero nacimiento del Aikido se dio como resultado de tres momentos del despertar espiritual que Ueshiba experimentó. El primero ocurrió en 1925, cuando Ueshiba derrotó desarmado a un oficial de la marina que le atacó con una katana de madera, sin dañarle. Su segunda experiencia ocurrió en 1940, cuando le pareció que todos los movimientos que le habían enseñado sus maestros eran completamente nuevos. Ya no eran meras técnicas; eran formas de cultivar la vida, el conocimiento y la virtud. Su tercera experiencia fue en 1942 durante la peor lucha de la Segunda Guerra Mundial. Ueshiba tuvo una visión del "Gran Espíritu de la Paz".
El maestro Morihei Ueshiba concluyó que el verdadero espíritu de las artes marciales no debe centrarse en el combate o la competencia deportiva, donde el orgullo y el ego se potencian; sino en la búsqueda de la perfección física, mental y espiritual del ser humano, a través del entrenamiento la auto-reflexión, y la práctica continua.
Basándose en la enseñanza de su creador, el Aikidō en general se niega a convertirse en un deporte competitivo y rechaza todo tipo de certámenes o concursos que incluyan las divisiones por pesos, las clasificaciones basadas en el número de victorias y la recompensa a los campeones, ya que estas cosas, entiéndase, sólo alimentan el ego, y a largo plazo, la falta de interés por los demás.
En las propias palabras de O-Sensei, definiendo los « Principios del Aikido» que estructuran su «núcleo», se aprecia la profunda espiritualidad de su pensamiento:
Es el camino que une a todos los caminos del universo por toda la eternidad, es la Mente Universal que contiene todas las cosas y unifica todas las cosas. Es la verdad enseñada por el Universo y se debe aplicar a nuestras vidas en esta Tierra. Es el principio y el camino que unen a la Humanidad con la Conciencia Universal. Llega a su término cuando cada individuo, a través de su verdadero camino, se hace uno con el Universo. Es el camino de la fuerza y la compasión que lleva a la perfección infinita para una mayor gloria de Dios. El Aikido es un arte marcial que da armonía tanto a la mente como al cuerpo.