Persuación o manipulación.
Cuando en algún país o ciudad acontecen procesos electorales se genera polémica por el efecto que tienen entre otras cosas, las encuestas de preferencias en los resultados finales y el hecho de que las principales medios informativos (televisoras, radio y prensa) las muestren como datos confiables. Desde meses atrás diferentes encuestas muestran resultados en donde alguno de los candidatos presidenciales tenga una considerable ventaja sobre los otros candidatos, y aun cuando pueda dicho candidato tener tropiezos durante los meses de campaña y ante las muestras de repudio de diferentes sectores de la sociedad, sin que su ventaja sufra demérito considerable. Ante esto eventualmente se habla dice que ese candidato fue un "producto prefabricado" resultado de la mercadotecnia. Esto después del resultado final deja muchas más incógnitas que respuestas. Desde el enfoque de la psicología social se dice que la influencia intencionada es el proceso mediante el cual se cambian los sentimientos, ideas, pensamientos y conductas de las personas. Adicionalmente la persuasión o influencia se puede producir por IMITACIÓN, CONTAGIO O SIMPATÍA. Se han estudiado diferentes enfoques y técnicas técnicas de persuasión, así como los diferentes principios sobre los que se basa y desarrolla la influencia social. Entre estos principios se encuentra el de VALIDACIÓN SOCIAL y el de SIMPATÍA. El primero se refiere a la tendencia que tenemos de actuar como lo hace la gente similar a nosotros, es decir, imitamos lo que hace la mayoría de las personas. Y el segundo es la tendencia a hacer lo que desea quien nos resulte simpático y atractivo. Está comprobado que tendemos a relacionar a las personas que nos resultan atractivas con atributos como la bondad e inteligencia, aunque el hecho real sea todo lo contrario. Igualmente está demostrado que las personas con un bajo nivel educativo son más influenciables que las que poseen mayor educación, pues estas últimas razonan sus decisiones y no basan sus decisiones y acciones únicamente en su percepción. Teniendo estos argumentos psicosociales, no podemos considerar ciertamente que nuestros esquemas sociales, políticos y de gobierno sean resultados de procesos democráticos en los que se respete la voluntad del pueblo, sino que estamos ante verdaderas estructuras de manipulación y sometimiento en el que se conjugan los intereses de los grupos en el poder y el impacto de los medios masivos de comunicación. Desde esta perspectiva podemos ver que algo que nos pueden plantear como elementos que solo fungen como "referencias", y que no tienen impacto en la decisión de la sociedad, son realmente mecanismos de alto impacto y perfectamente estudiados para cambiar la conducta de las personas hacia los resultados que han determinado con antelación.